
Si bien Erickson, sigue un orden cronológico de ocho fases y ubica al individuo dentro de un entorno para determinar el logro o fracaso en la satisfacción de sus necesidades, Maslow conceptualiza en función de la jerarquía que el individuo antepone inconscientemente a la satisfacción de necesidades que van desde el oxígeno que ha de respirar hasta la autorrealización.
Erik Erickson divide la vida humana en ocho fases, cinco de las cuales se explican en función de la relación padres-hijos, y tres en la habilidad del hombre adulto.
Primero está la seguridad que va adquiriendo el hijo recién nacido, a través del amor de sus padres, lo cual deriva en confianza en el mundo que le rodea (confianza vs. desconfianza). Pasados los 18 meses, la paciencia de los padres para permitir al niño descubrir su autonomía, nuevamente incide en el grado de seguridad (autonomía vs. duda).
Entre los 3 y 5 años, esta seguridad se ve reflejada en el grado de iniciativa que desarrolla el niño, sin temor al reclamo de sus padres (iniciativa vs. culpa). De los
Luego viene la necesidad del adolescente por encontrar una identidad para ubicarse en el mundo que le aguarda como adulto. Si hasta aquí los padres han desempeñado un rol positivo, el hijo será capaz de ubicar esa identidad (Identidad vs. confusión).
A partir de la siguiente etapa, la satisfacción del entonces adulto joven se centra en la persona misma y no en sus padres. Aquí la necesidad, de acuerdo con Erickson, radica en la posibilidad de abrirse sanamente con otros (intimidad vs. aislamiento).
Entre los 40 y 60 años, el hombre ha de generar bienestar para otros más allá de sí mismo y su familia (generatividad vs. estancamiento). Más allá de los 60, viene entonces la necesidad de apreciar con satisfacción lo vivido (integridad vs. ansiedad).
Para Maslow, las necesidades –independientemente de la edad, están primero ubicadas en el cuerpo, cuya función depende de aire, agua, temperatura, nutrientes, actividad y descanso –entre otros agentes- para satisfacer necesidades orgánicas.
Una vez funcional, el cuerpo requiere cobijo y su dueño precisa abatir la inseguridad física, laboral y emocional.
No es hasta después que Maslow advierte en el ser humano el deseo de dar y recibir afecto, a la vez que de pertenecer a una comunidad –lo cual también implica el temor a la ansiedad social y la soledad.
Una vez satisfecha esta necesidad, el ser humano busca su autoestima a través de los demás (“estima baja”) y el respeto hacia sí mismo (“estima alta”). El primero se manifiesta en la fama, el estatus y la reputación, entre otros indicadores; el segundo se identifica como independencia, confianza y capacidad, entre otros rasgos de la personalidad.
Para Maslow, las necesidades arriba mencionadas son de sobrevivencia y el ser humano las cubre de manera instintiva, hasta que, una vez resueltas, dejan de ser una motivación. En tiempos de crisis, el hombre puede regresar a etapas previas, o bien estancarse en una etapa toda su vida, producto de algún evento traumático.
Finalmente está la autorrealización, que implica la necesidad de sentir que se está maximizando todo el potencial que uno tiene. Cuanto más se hayan cubierto las necesidades previas, mayor será la dedicación a la autorrealización.
Maslow fue quien se entregó a estudiar los rasgos distintivos de un ser humano realizado y pleno y encontró que éste discierne la ficción de la realidad –lo que le permite aceptar a las personas como son-, afronta los problemas más como reto de la vida que como carga personal y considera que los medios son más importantes que el fin.
También identificó –entre otras caracterísitcas- que la persona autorrealizada prefiere pocas pero significativas amistades, no se ve influenciada por la cultura de su tiempo, tiene un benigno sentido del humor, demuestra amplio respeto y ética hacia los demás (Gemeinschaftsgefühl), y posee creatividad y asombro hasta en lo ordinario.
Concluyendo este análisis, podemos afirmar que tanto la teoría de Maslow como
Por otra parte, me parece inquietante que el mismo Maslow haya postulado que apenas 2% de la población logre llegar a
Si bien la ciencia y tecnología han permitido que millones de hombres y mujeres accedan a mayor satisfacción de necesidades básicas, habría que estudiar si el orden socioeconómico de hoy no ha bloqueado el acceso a etapas superiores de la jerarquía de necesidades de los individuos y las condiciones propicias para el sano desarrollo de las relaciones padres-hijos.